En el momento de escribir este
artículo de opinión estoy observando en el televisor una cadena nacional que
trasmite un homenaje al presidente Chávez desde el cuartel de la montaña;
cuestión que me parece respetable y merecido dado que es mucho lo que le deben
los venezolanos y latinoamericanos en general al fallecido y querido mandatario.
Si en verdad somos sinceros; la historia política de este país tiene un antes y
un después del 4F. Por no entender eso es que la derecha facha anda más perdida
que Adán y Eva en el día de las madres con evidencia a no recuperar el poder
jamás ni nunca.
Homenaje merecido; repetimos, y no
me cabe la duda de que todos y cada uno de los creyentes religiosos, ni ni y
partidistas que están con el proceso
pueden que opinen lo mismo que nosotros; pero, me pareció no ver en la cadena a ningún a pastor cristiano de las diferentes
iglesias evangélicas ofreciendo un
servicio religioso; ni a un comunista Y/o ateo de los que están resteados con
el proceso, ni a un campesino que deja la vida en la tierra , ni a un
integrante del gran polo patriótico vertiendo
sus sentidas predicas de afecto ante
los restos del presidente Chávez. Me imagino que el protocolo o el tiempo que es tan costoso en televisión no lo
permitieron.
Esta revolución no es exclusivamente
católica y presidencialista; de la primera combatiente o pesuvista o militar; NO,
este esfuerzo de construcción social es cristiana, marxista, bolivariana, gay,
negra, blanca, india, musulmán y hasta sincrética; puede que decir esto incomode a muchos que siguen con la manía
de creer que las críticas son inconvenientes porque rompe la unidad
política del proceso y le da cancha a una derecha que a nuestro criterio; es imbécil,
facha y apátrida.
La crítica sana no es inconveniente
,es todo lo contrario; estamos convencidos de que las cosas que no funcionan tienen que comenzar a decirse para que los compatriotas que están gobernando en
nombre de Chávez no crean que todo es color de rosa y que con solo evocar al
presidente Chávez ya el mandado está hecho. Y eso estimados compatriotas, saben
que ni remotamente es así; no se equivoquen al pensar que la trasmisión de la pasión chavista al
pueblo seguirá siendo automática y que
su legado perdurara sin que sea alimentado con acciones y obras similares o
superiores a las que el llamado presidente eterno realizó.
Y eso no se logra hablando y
celebrando en demasía; mientras se va
dejando matar por el burocratismo a las medulares obras de gobierno como
las grandes misiones sociales y culturales. No se mantiene un legado arruinando
a la unidad política electoral con
caprichos sectarismos y exclusiones como las designaciones de candidatos a las
alcaldías que generan malestar en las gentes que son “pocas” en cantidad pero
muchas en porcentaje y en calidad revolucionaria. No perduran los legados
cuando el equipaje de los padres es demasiado pesado para que los esqueléticos
cuerpos de los hijos puedan soportarlo.